El tío tiene un par de huevos, es innegable, pero prefiero centrarme en Red Bull. Todos sabemos de su incansable inversión en publicidad de deportes extremos. Saltar desde la estratosfera quizá no es bien bien un deporte, pero de extremo tiene un rato. Así que sí, siguen en su línea corporativa.
Se ha hablado largo y tendido sobre ésta hazaña, antes, durante y después. Llegó incluso a comentarse la posibilidad, cuando tuvo que atrasarse el salto, de que todo fuese un montaje para que se hablase de Red Bull y punto.
Pero no, no. El salto se ha realizado y Felix vive para contarlo. No sé cuánto dinero habrá invertido Red Bull en éste patrocinio, pero desde luego su marca ha sido vista por millones de personas durante varios minutos consecutivos. ¿Habrán aumentado sus ventas gracias a ello? Quién sabe. Al menos es una demostración de fuerza.
Sin ánimo de ser siniestro pero llegué incluso a plantearme que si el salto terminaba en fatalidad, la inversión de Red Bull aún se hubiese amortizado más, pues se hubiese seguido hablando después del mismo mucho tiempo.
En definitiva, estoy convencido de que los paracaidistas y saltadores al vacío del mundo entero se han decidido a tomar Red Bull de una vez por todas gracias a Felix.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Con este post he intentado transmitir una o varias reflexiones. Pero creo que no estoy sólo en el mundo, así que si tú también tienes una al respecto, harías la mar de bien en hacerla pública.
Como todo en la vida, lo más importante siempre es participar :)